sábado, 12 de marzo de 2011

El lagarto de oro

Hace mucho tiempo llegó a Chontales un noble caballero de Francia, llamado don Felix Francisco Valois, quien quedó encantado de los paisajes que rodeaban la Hacienda Hato Grande situada a cuatro leguas de Juigalpa. 
Le gustó tanto la zona, que compró la Hacienda. 
En ese tiempo tambien vivía en Juigalpa una joven muy linda llamada Chepita Vital. Un dia don Francisco conoce a la Chepita y desde el primer dia quedaron impresionados y muy enamorados, fue un amor a primera vista. A los pocos meses se casaron y luego tienen una hija, la cual la bautizaron con el nombre de Juana Maria. 
Don Francisco tiempo después, sintiéndose muy enfermo se dirige a Guatemala en busca de una sanación. Pero antes de partir recomienda a su administrador hacerse cargo de la Hacienda y su familia. 
Pasó el tiempo y don Francisco no volvia. Todos los pobladores de la comarca comenzaron a preguntar a los viajeros sobre el devenir del francés. Hasta que alguien trajo la información de que este habia muerto en Guatemala. 
Dona Chepita se enfermó de pena moral y muere a los pocos años dejando su testamento enterrado en un lugar que nadie conocia. 
Juana Maria, fue creciendo y creciendo, era toda una mujer linda y joven. Ella ignoraba que todos los bienes de su padre, eran ambicionados por  Fermin Ferrari el otrora administrador de la Hacienda. 
Ferrari era ahora un hombre malo y ambicioso, lleno de temores de perder toda la Hacienda debido a la existencia de Juana Maria.. La única forma era eliminar a la muchachita, era volverla loca asustándola para que se marchara del lugar.
Fermin empezó con los cuentos de espantos en La hacienda, le contaba historias horribles a Juana y con el tiempo ya la habia enloquecido 
La muchacha se arrastraba cantaba bailaba y decia entre sus locuras: "Viva la Condesa de Valois". Luego despues de varios meses de locura fallece, ante el estupor de todos los comarcanos que afirmaban que Fermin era el responsable de su muerte. 
El bandidaso de Fermin empezó a vender todas las propiedades de La Hacienda y con el dinero colectado abandona el pais. Pero con su suerte de que vecinos traen la historia al pueblo de que Fermin habia sido asaltado y muerto por unos bandoleros que habia tropezado en el camino. 
Algunos vecinos que estimaban a la familia de Juana Maria le llevaban flores a su tumba. La sepultura quedaba en el cerro del Hato Grande, al borde de una laguna y las personas que la visitaban aprovechaban la oportunidad para darse un chapuzon. 
Un dia muy tempranito, unos vecinos casi se mueren del susto al ver en la laguna un tremendo lagarto dorado, le brillaban los ojos con el sol resplandeciente de aquella fresca mañana. Corrieron al pueblo a contar la historia de lo que habian visto y algunos vecinos se dispusieron a capturar al lagarto, pero les fue imposible. 
Un campisto que creia mucho en La Virgen, subio al cerro un dia de tantos y le ofrecio a La Virgen  de la Asunción una corona de oro y un altar de la cola del lagarto si le ayudaba a cazarlo.
Tiró un mecate a la laguna y lazó al animal de la cabeza, pero cuando lo tenia en sus manos dijo: "Que se friege la Virgencita". Apenas dijo esto el lagarto se le escapó y se sumergió en el fondo de la laguna. Desde entonces todos los chontaleños buscan el lagarto de oro para hacerse ricos, pero este no volvió a salir jamas y dicen los campistas que es el alma de Juana Maria cuidando sus bienes.

Fuentes: Eduardo Manfut 
Enlaces: El lagarto de oro (Managua, Cuento Nicaragüense)

No hay comentarios:

Publicar un comentario