sábado, 12 de marzo de 2011

La leyenda del zenzontle

 Un muy bonito cuento que explica el origen del "pájaro de las cuatrocientas voces".

Cuenta la leyenda, que mucho antes que a Nicaraocalli se le llamara Nicaragua, y ya formada la Laguna de Lenderí* por el llanto de la serpiente que nunca murió y que fue amarrada a un árbol de Guásimo con los cabellos de cuatro doncellas bellas. (Una princesa celosa, y tres cómplices aborígenes).
Muchísimos años antes que Fernando de Oviedo y Valdez, o Fr. Bartolomé de las Casas, narraran siquiera la historia de nuestro paraíso terrenal, y/o el capitán Diego de Machuca entregara las imágenes de San Pedro y Santiago al Cacique Nacatime, obligándolo a que se bautizara como Francisco Machuca; evitando el Cacique con esta acción, que los españoles derramaran la sangre de sus hermanos y siervos Chorotegas.
Mucho antes que se llevara a cabo esta tragedia inevitable, que se conoce como el descubrimiento de América; dejándonos, al termino de La Colonia, una herencia de ascendientes destructores y explotadores.
Le nació al Cacique Necuderit, una bella niña que cantó al nacer, y a la qué, por consejo de la deidad Chalchigüite, llamó el Cacique-papá, a su gracia, Martli-xotchil Acal-xubj.
Creció pues la bella princesita en la tierra más fértil, opulentísima y apacible del mundo, siendo servida con cariño, amor y lealtad por los miembros de toda la tribu Chorotega.
Los años pasaron, y fue la niña delicia a los ojos del buen Necuderit, quien la vio crecer y convertirse en una bella y esbelta princesa de ensueño.
Llegó pues el tiempo de entregarla en matrimonio; pensando el Cacique Necuderit en el joven y apuesto Diriangén; avizorando con el matrimonio, preservar la paz entre su amado pueblo de Nindirí, y los, desde entonces, llamados a saber... . ¡Pueblos Blancos!
Le invitaron pues, a forma de alegre despido, las mismas encargadas del séquito de la princesita, a un paseo de soltera, descendiéndola un día festivo, por el famoso bajadero de Cailagua, hacia la bella y caprichosa Laguna de Lenderí.
¡Y allí, a la orilla de la laguna!.. . Por primera vez, la bella princesita conoció el amor, en los negros ojos del hermoso y valiente guerrero de nombre Tezic, quién, subido en una inmensa roca volcánica, situada bajo la techumbre de un majestuoso árbol de Genízaro, silbaba bellas y diferentes notas melódicas, que bajaban naturales de su virtuosa y fecunda imaginación.
La princesita, acompañada de su séquito, desde ese día bajó todas las mañanas a la laguna, y a escondidas; ella y sus damas de compañía, espiaban el canto-silbar de aquel muchacho, que sin saberlo, se había robado su corazón de niña transparente y pura.
Regresando luego por las tardes a la Altura de la Cochinilla*, mientras bailaba y silbaba, ella misma, enamorada, las melodías de Tezic; al son de la dirimía, el tambor de cuero, el bejuco y la flauta dulce.
Una tarde, la bella niña no pudo aguantar más el secreto; y mientras nadaba Tezic en las profundas aguas de la laguna, la princesita empezó a silbar, una a una, aquellas bellas melodías.
Tezic nadó veloz hacia la piedra, y al subir en ella, asombrado escuchó el encanto de sus cuatrocientas voces, en el encanto del silbido de Martli-xotchil Acal-xubj.
¡Y el amor, desde ese momento se transformó sublime!
Mas, a tantos diarios viajes a Lenderí; Necuderit entró en sospechas, enviando a uno de sus emisarios tras la princesa, y su comitiva.
Por la tarde, el mensajero regreso veloz, y trajo respuesta, poniendo al tanto de las malas nuevas al Cacique... . ¡La princesa se había enamorado de un simple mortal!
-¡Imposible!, exclamó indignado Necuderit, -en cuanto regrese la princesa hablaré personalmente con ella.
Mas la niña bailaba en la plaza, rodeada del pueblo que la amaba, y que la notaba feliz y enamorada; la noticia se había regado a paso de nativo.
-¡Increíble!, exclamó feliz el pueblo chorotega. ¡La niña se había enamorado de un simple mortal!
-¡Tezic!, gritaban todos con súbita alegría, -es el guerrero afortunado, que se robó el corazoncito de la amada princesita!
El Cacique Necuderit llegó a la plaza, mas su enojo se transformó en dulzura... . ¿Qué padre que ama, puede destruir el amor?
Con sabiduría, el Cacique habló a la princesa delante toda la tribu:
-Hija, el amor del guerrero Tezic, y la princesita Martli-xotchil Acal-xubj... . ¡No puede ser!.. . Mañana bajarás a Lenderí, y deberás terminar el romance para siempre; si el rumor llega a oídos de nuestro Diriangén; bajará el fiero príncipe con quinientos guerreros de los Pueblos Blancos, y las consecuencias, y tu sufrir, serán terribles para tu corazón enamorado.
La niña corrió hacia su Castillo de Jaragua, y amargamente lloró un crepúsculo, y el resto de la santa noche oscura.
Al día siguiente, muy de mañana, salió la niña con su comitiva hacia la Laguna de Lenderí; y ya en brazos de su amado le contó los deseos de su padre... . ¿Qué hacer?
Ambos lloraron abrazados, el uno del otro, inseparables, indivisibles; y cuando terminaron de derramar la última gota de sufrimiento, al unísono, como si conocieran las artes de la telepatía, empezaron a silbar las melodías de Tezic; qué, entrelazadas como ellos, viajaron las notas llevadas por el viento, pintando paisajes con las nubes, muy alto... . ¡Más allá de la bóveda infinita y celeste.
¡Dialogo!..
-¡Padre Celestial!.. . ¡Padre Mío, hazlos ángeles!
-¿Angeles hijo?.. . ¡Alas!.. . ¡Todo lo que quise he hecho!.. . ¡Pájaros serán!.. . ¡Así sea!
¡Y sobre la enorme piedra volcánica!.. . ¡Delante los ojos atónitos de la comitiva de Martli-xotchil Acal-xubj!.. . ¡Dos pájaros levantaron un canto, hacia las frondosas e inmensas ramas de Genízaro!.. . ¡Un macho y una hembra!.. . ¡Adornos del paraíso nicaragüense que el buen Dios nos regaló!
-¡Zenzontles!, dijo la anciana y jefa de la comitiva, -por su canto se llamarán Zenzontles.
Y cuenta la leyenda qué, de todos los pájaros cantores que trinan sobre la faz de la tierra.
¡El Zenzontle... ...Es el pájaro del amor!


Zenzontle* = Pájaro de las cuatrocientas voces.
Laguna Lenderí* = Laguna de Masaya.
Altura de la Cochinilla* = Nindirí.

Adán Torres (Cuento Nicaragüense)
Otros Enlaces:  Leyenda del Zenzontle (México)

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